Todo esto es una delicia
La preparación y secretos de los manjares moqueguanos, quedaron plasmados en el libro que Sandra Plevisani y Rosario Olivas Weston elaboraron por espacio de un año y al que titularon “Los dulces de Moquegua”.
Rosario Olivas, señaló que la vitivinicultura de Moquegua guarda una estrecha relación con sus postres. Explicó que en el siglo XVI la producción de vino alcanzó los 3 millones de litros.
Para clarificar el licor, se utilizaba la clara del huevo, por lo que las yemas que quedaban eran empleadas en pasteles.
De esa formas las reposteras moqueguana dieron rienda suelta a su ingenio y tuvieron como resultado dulces cuya calidad es innegable.
Esta tradición de postres pasó por generaciones y hoy es reconocida por los especialistas a nivel nacional, especialmente a través de este libro editado en Lima.